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Son muchos los que tienen ideas de negocio constantemente bombardeando su cabeza, pero en la mayorÃa de las ocasiones el miedo al fracaso provoca que estos proyectos se queden solo en eso, proyectos, ideas encerradas en una mente. ¿Y si decides intentarlo? Emprender en un negocio no es cualquier cosa; se trata de invertir dinero y esfuerzo en un nuevo proyecto sin ninguna garantÃa de éxito.
Como sabemos que todo lo que nuevo, por definición, da miedo, te contamos cuáles son los ocho puntos que debes tener en cuenta para asegurarte el éxito emprendiendo.
Una buena idea: según un estudio realizado por Spaces, 4 de cada 10 españoles piensa que un emprendedor de éxito debe contar con una buena idea. Este es uno de los aspectos más importantes a la hora de montar un negocio: si el producto o servicio que se ofrece ayuda a satisfacer una necesidad específica para un nicho de mercado concreto, entonces el negocio tiene muchas posibilidades de funcionar.
Diferenciarse de la competencia: un buen emprendedor debe de ser capaz, no sólo de tener una buena idea, sino de conseguir que su negocio sea único, ya sea porque se ofrece un producto o servicio novedoso o porque el mismo incluye características que le hacen especial. Diferenciarse de la competencia será la clave para encontrar un hueco en el mercado.
Solvencia económica y financiación: para llevar a cabo una buena idea, todos los negocios necesitan sustentarse con una base económica. Un emprendedor debe contar con solvencia financiera suficiente como para poder comenzar su proyecto sin contratiempos y afrontar los gastos iniciales que conlleva crear una empresa. Una gran barrera a la hora de emprender son los altos impuestos a los que se enfrentan los españoles, de hecho, la mayoría de los emprendedores de nuestro país reconocen que esta es la principal dificultad a la que se enfrentan. Existen organismos y plataformas encargadas de acelerar el crecimiento de las startups, además de ayudar a superar las barreras económicas iniciales a las que se enfrentan estas nuevas empresas.
Ilusión y motivación: un buen emprendedor debe ser el mejor prescriptor de su propio proyecto; nadie podrá creer en un nuevo negocio si su fundador y el equipo humano que lo integra no están 100% seguro de su éxito en el mercado.
Creatividad: uno de los rasgos más importantes que un profesional debe tener hoy en día es la capacidad de pensar ‘out of the box’, es decir, adoptar un pensamiento creativo que permita salir de la zona de confort y probar a hacer cosas que no se habían hecho antes.
Ser capaz de tomar decisiones: montar un negocio implica arriesgarse para alcanzar un objetivo propuesto. Para ello, un buen emprendedor debe ser capaz de tomar sus propias decisiones. Este aspecto, que marca la gran diferencia entre un empleado que trabaja por cuenta ajena a uno que lo hace por cuenta propia, es muy atractivo para los españoles, pues para el 42,4% de los emprendedores lo más atractivo de emprender es el hecho de poder tomar sus propias decisiones.
Un entorno profesional: el entorno de trabajo influye fuertemente en la productividad laboral de los empleados. Desarrollar un negocio en un entorno inspirador, junto a otros profesionales de otras empresas y sectores, puede ayudarnos a adoptar diferentes puntos de vista, a generar nuevas ideas y a crear sinergias entre personas y empresas. Pero lo más importante de trabajar junto a otros profesionales es que nace un sentimiento de comunidad más fuerte que el que se consigue en un espacio de oficina tradicional.
Redes sociales: en un mundo empresarial en el que los millenials cada vez están más presentes, las redes sociales se han convertido en potentes canales de comunicación con clientes y dentro de las organizaciones, además de herramientas para promocionar productos y servicios. Un emprendedor de éxito debe ser capaz de dominar las redes sociales, hablando su lenguaje para llegar al consumidor.
Diversidad intelectual: un buen emprendedor tiene que saber rodearse de profesionales que le ayuden a formar un equipo fuerte, capaz de alcanzar sus metas. Los equipos de trabajo más valiosos son aquellos que incluyen personas con puntos de vista y capacidades de trabajo muy diferentes, de manera que pueden complementarse y llegar a soluciones más completas. La diversidad intelectual de un grupo de trabajo es lo que hace posible que el nivel de creatividad y productividad de un equipo sea mucho mayor que el que podría conseguir cada profesional de manera independiente.
Un lugar de trabajo inspirador: la composición del espacio, el mobiliario, la decoración o el color de las paredes pueden llegar a afectar en sus niveles de productividad. Los espacios de trabajo inspiradores, amplios, agradables y equipados con las últimas tecnologías harán que los emprendedores se sientan como en casa y puedan explorar nuevas capacidades. De hecho, para casi la mitad de los españoles, este tipo de espacios supone un impulso para ser más creativo y productivo.
CONOCER EL MERCADO: Lo primero antes de emprender es analizar el mercado en el que pretendes moverte, estudiando la oferta y la demanda para evitar después llevarte sorpresas.
CONOCER EL MARCO LEGAL: Es importante tener conocimiento sobre las leyes y normas que regulan el tipo de negocio que quieres crear y el mercado en el que te piensas mover, para evitar errores jurídicos que pueden llevarte naufragar en tu proyecto.
CREAR UN PLAN DE NEGOCIOS: Un plan de negocios es un documento donde debes incluir los objetivos de la empresa, las estrategias, el presupuesto y todo lo que necesario para llevar a cabo tu proyecto. Será una manera de organizarte e identificar las necesidades.
ANALIZAR LA COMPETENCIA: Aunque creas que tienes muy claro cómo vas a enfocar tu negocio, es imprescindible que analices tu competencia, es decir, aquellas empresas que se mueven en tu mismo mercado y que ofrecen algo similar a lo que ofreces tú. Analizar la competencia sirve para saber en qué errores no debemos incurrir y cómo podemos diferenciarnos de los demás.
ENCONTRAR AL CLIENTE IDEAL: Para crear un producto o un servicio debes saber a quién va destinado. Analizar las preferencias y necesidades de tu público te ayudará a encontrar tu cliente ideal, aquel para el que quieres destinar tu producto.
Además, te recomendamos que apliques conceptos básicos como:
DÉJATE ASESORAR: Crear una empresa de la nada no es trabajo fácil, por lo que, aunque te sientas lo suficientemente capacitado, nunca está de más pedir ayuda a un profesional para estructurar tu nuevo negocio.
ATRAE EL TALENTO: Debes hacer una selección exhaustiva de los empleados que van a formar tu plantilla para que estén los suficientemente preparados y capacitados para alcanzar los objetivos que tu empresa necesita. Por ello debes intentar formar el equipo más productivo posible.
NUNCA DEJES DE FORMARTE: A día de hoy, si no avanzas retrocedes, por lo que es fundamental no acomodarse al alcanzar los objetivos propuestos y seguir avanzando y formándose para no dejar nuestra empresa obsoleta. Estar informados y dispuestos a seguir aprendiendo en todo momento, es una de las cualidades necesarias para emprender con éxito.
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20/02/2020 - PUBLICADO por el propio portal Open Space Comarcal: OS Comarcal